Julio de 2015: o el día en que #Plutón me enseñó cómo morir.

7:23:00 p. m.


No te resistas, decía. No va a haber escapatoria. Cuando cruce la puerta con la pistola en la mano no me importarán tus ojos de cordero degollado. Tampoco que abras las piernas con la esperanza de que te la meta y sirva como moneda de cambio.

Da igual lo lista que te creas, o el aguante que a mi tortura tengas… la única verdad absoluta es que rodarán cabezas. 


Puedes elegir cómo quieres irte… ¿Cómo una víctima maltratada? ¿Como una niña bien educada? A mí no me engañas, pude ver en tus ojos cómo deseabas medir tu fuerza conmigo enfrentándome cara a cara con esa impasible mirada.


Llevamos toda la vida jugando, ¿te acuerdas? Uno de mis momentos favoritos fue aquel mayo de 2008 en el que pretendías hacerte la muerta. ¡Qué romántica eras! Vaya perra te entró cuando aquel acuariano desapareció. No pretendas acabar tú con el juego, será cuando lo diga yo.

En 2009 te enseñé que te queda mucho por ver. ¿Recuerdas ese día en el que me llevé tantas vidas? Para que quede claro que las normas son las mías. Veo que a veces te preguntas qué #karma arrastrará tu familia. Lo que más gracia me hace es que pretendas ser su heroína.

Deja de intentar hackear el juego, y olvídate ya de corromperlo desde dentro. Te he explicado antes lo que hago con las cabezas: las chupo como las de una gamba, por muchos estudios que tengas. No te sirve para nada, seas fea o estés buena.

Utilizas la mente para evitar mi dolor y, dime, ¿cómo razonas ver que te arranco el corazón? Ah, ya… con eso de que siempre es para mejor. Ese cuento lo divulgaron hace años #Júpiter y #Neptuno. Siento decirte que a mis hermanos también me los llevaré al inframundo. ¿Te está gustando cómo se las gasta Júpiter jugando en mi terreno?



Está muy bien que te intereses por la verdad, o por conectar con tu verdadero amor a través de esa fantasía espiritual. Pero escucha: ni ese trígono entre ellos te salvará. Acéptalo ya, como diría mi padre. Si te niegas, #Saturno te lo explicará.


(PD: Qué ironía que desde que escuché ese nombre siempre quise llamarme #Proserpina, y lo pensé hasta para una hipotética hija…).


¿Cuál es tu mito?

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